El Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBio) aprobó el 15 de diciembre la liberación comercial de cuatro nuevos eventos transgénicos –dos de maíz y dos de soja– y lo hizo con la desaprobación del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y del Ministerio de Salud Pública (MSP). Técnicos de ambas secretarías recomendaron no autorizar la liberación de esos eventos y justificaron su posición, pero aun así, como observaba Brecha el 29 de diciembre, el GNBio tomó una definición sin tomar en cuenta las objeciones.

Sectores frenteamplistas, como Ir y Casa Grande, rechazaron públicamente la aprobación de los nuevos eventos, fundamentalmente por el desconocimiento a las recomendaciones hechas por el MSP y el MVOTMA. Ahora se suma la senadora nacionalista Carol Aviaga, que va más allá: en estos días presentará a la Justicia un recurso de amparo y una medida cautelar para frenar la liberación. “A mis asesores y a mí nos parece que el principio precautorio hay que accionarlo y hay que pedir un amparo. Si el MSP y el MVOTMA dicen que no hay garantía y que no están los estudios necesarios como para permitir el uso de estos eventos por el paquete tecnológico que tienen asociado, nos parece que hay que tomar medidas”, declaró Aviaga ayer en diálogo con la diaria. La senadora manifestó preocupación por lo que pueda ocurrir con el uso masivo de dicamba, un herbicida que, junto con el glifosato, es tolerado por la soja MON89788XMON87708 de Monsanto, una de las autorizadas. La dispersión masiva de dicamba es lo que más preocupa al MVOT- MA en lo que tiene que ver con los nuevos eventos de soja, no sólo porque no se conoce el daño que pueda causar al ambiente, sino porque en un tiempo las malezas que hoy son resistentes al glifosato generarán, también, resistencia a la dicamba; lo mismo advirtió la carrera de ambiente respecto del herbicida 2,4-D, que es tolerado por la otra variedad de soja autorizada, la DAS44406-6, de la multinacional Dow AgroSciences. “Si el MSP y el MVOTMA están diciendo que no están dadas las garantías para que esto se empiece a utilizar en forma masiva, esperemos a que estén las garantías; si hay que hacer más estudios, si hay que pedir evaluaciones a especialistas que no hay en el país, que se pidan. Hasta que no se compruebe que un producto es inocuo para la salud humana o hasta no tener claro que se puede utilizar en forma masiva en el país, no se puede usar. Es lo que pedían el MSP y la ministra de Ambiente”, recordó Aviaga.

“Podríamos estar haciendo un pedido de informes, pero, en este caso, yo creo que lo que amerita es una acción un poco más concreta, y exigirle al gobierno, al presidente de la República, que tome en cuenta la opinión del MSP y del MVOTMA”, insistió la senadora.

“No estamos en contra de nada; que las cosas se hagan con seguridad, con certeza, con transparencia, y que se cuide la salud de la gente, que haya un país más productivo, pero que las políticas que se hagan no terminen arrastrando problemas para la producción y para la gente; que haya los controles necesarios. El gran problema que tenemos en el país, especialmente en materia de utilización de plaguicidas, es la falta de controles, la falta de información, de formación, y la falta de una ley nacional de plaguicidas, que no existe. Tenemos que dar un paso adelante, y no diciendo: ‘Echá lo que quieras y después vemos si hay efectos adversos’. Al contrario, el principio precautorio tiene que estar, y las cosas tienen que ser con el aval del MSP y del MVOTMA. Es básico, si no, ¿para qué tenemos ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente en el país?”, preguntó. Al igual que la cartera de Ambiente, Aviaga pidió que se monitoree la afectación que pueda causar la liberación de los nuevos herbicidas, y recordó que tiempo atrás le presentó una petición al presidente de la República para que se hicieran análisis para medir los restos de glifosato en humanos, que ni siquiera recibió respuesta.

Afirmó que presentará estos recursos para tener la certeza “de que estamos avalando mejorar el sistema productivo del país, y no al contrario, para generar más problemas”.

En cuanto al aval del Partido Nacional, la senadora comentó que cuando se enteró de la autorización de la liberación de los nuevos eventos, le avisó a Luis Lacalle Pou que iba a encargarse del tema y que iba a pedir explicaciones, y que, con sus asesores, estaba evaluando tomar medidas. “Nos dijo que accionáramos según lo que correspondiera, tenemos el apoyo para hacer lo que corresponda”, afirmó Aviaga. Según tiene entendido, el recurso de amparo se puede activar de manera rápida. “En tres o cuatro días”, precisó.

Ellos son

Los eventos de maíz son MON89034X-MON88017, de Monsanto; apila dos eventos mediante los cuales la planta tiene resistencia a insectos cleópteros (la Diabrotica speciosa, llamada comúnmente “vaquita de San Antonio”) y tolerancia al glifosato. La otra variedad de maíz se llama TC1507XMON810XNK603, resistente a lepidópteros y a dos herbicidas (glifosato y glufosinato de amonio).

Las variedades de soja son DAS44406-6, de Dow AgroSciences, con tolerancia a tres herbicidas: glifosato, glufosinato de amonio y 2,4-D) y MON89788X- MON87708, de Monsanto, tolerante al glifosato y la dicamba.

En el Informe de la Comisión para la Gestión del Riesgo que acompaña la Resolución Nº 72 del GNBio del 15 de diciembre, pueden leerse los argumentos del MVOTMA y del MSP en contra de la autorización para el maíz MON89034X-MON88017. La cartera de ambiente afirmó que la liberación de ese evento “ingresa un factor de riesgo innecesario”. Alegó que no identificaba beneficios productivos porque la Diabrotica no causa daño económico significativo en los cultivos de maíz, y que no se habían hecho estudios de campo y en condiciones locales para evaluar “el efecto sobre los organismos no blanco, para así determinar la inocuidad de la toxina sobre la cleópterofauna nativa”. Recordó, además, un informe del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de 2012 que decía que “no es conveniente introducir al ambiente una molécula activa biológicamente sin una justificación clara desde el punto de vista agronómico que amerite su integración en el ambiente agroecológico del cultivo”. En base a informes del MGAP, el MVOTMA agregó que “no existe beneficio económico en la baja de los costos de producción”, y que estudios hechos en Estados Unidos han constatado “la aparición de individuos de Diabrotica resistentes a la toxina del evento MON88017 en tan sólo seis años de persistencia del cultivo”.

El MSP desaconsejó la liberación del maíz MON89034X- MON88017 porque “la mayoría” de los estudios que presentó Monsanto “no cumplieron con los protocolos y criterios de buenas prácticas de laboratorio, lo que de por sí inhabilitaría la consideración de dicho evento”. Pero, además, señaló que de los estudios que presentó la empresa, “75% datan de más de diez años de realización, siendo en su gran mayoría financiados por la propia empresa”. La información que evaluó el MSP permitió ver “posibles riesgos de alergenicidad y diferencias en la composición nutricional”. Observó, además, que el evento incorpora la proteína Cry –que se usa como plaguicida–, aumentando la exposición al plaguicida, y menciona la existencia de “estudios que evidencian la presencia de la toxina proteína Cry en sangre humana, así como el aumento de reacciones inmunes, aumento de inmunogenicidad, aumento de respuesta inmunológica y alergénica en animales de experimentación”.